4.06.2009

Kant

PRELIMINARES
Kant rechaza la concepción metafísica de su época y se inclina por una concepción de la metafísica cmo la ciencia de los límites de la razón humana, y no como un sistema de saber; la filosofía más que conocimiento es para él la crítica del mismo.
Distingue claramente entre conocimiento sensible y conocimiento inteligible, de modo que el conocimiento no queda limitado sólo a la experiencia, debiendo reconocer, por lo mismo, un conocimiento metafísico que debe justificarse. Siendo para Kant la metafísica la ciencia de los límites de la razón, tiene sentido en el momento en que Kant limita el alcance y poder de la experiencia y de la razón (separación entre el conocimiento sensible y el inteligible ya que con esta distinción está limitando el alcance de una y de otra).
Con la separaciónd del conocimiento y sus consecuencias, empieza la construcción de su filosofía trascendental, basada en la idea de que el sujeto impone sus condiciones subjetivas a la posibilidad de que las cosas sean conocidas y pensadas (conocimiento idealista), llamada la "gran luz".
Kant entiende por "filosofía trascendental" el examen al que hay que someter a la razón humana para indagar las condiciones que hacen posible el conocimiento a priori.
Hume decía que sobre el conocimiento de las cosas no se puede ir más allá de los sentidos y la memoria. Kant supuso que esta manera de argumentar desproveía de todo fundamento, no sólo a las teorías físicas de Newton, sino a cualquier otro conocimiento de la experiencia.
Hume centró su crítica en la relación necesaria y universal entre los sucesos de la naturaleza. No podemos fundamentar su noción -argumenta- ni en la sola razón ni tampoco en la experiencia; se debe sólo a una especie de fe irracional basada en la experiencia. No es posible, en consecuencia, la metafísica.
Hume sostuvo que a todo idea ha de corresponderle en última instancia una impresión sensible, de tal manera que si la causa está presente, el efecto seguirá con toda certeza. :. Se cae un lápiz y vemos cómo se cae. Puesto que existe el efecto (la caída del lápiz), debe existir su causa según la causalidad. Pero según Hume, que sostuvo que sobre el conocimiento de las cosas no se puede ir más allá de los sentidos y la memoria, no se puede afirmar que la caída y la causa que la provoca estén relacionadas -su conexión se debe a la costumbre, esto es; la noción de causa viene dada por la asociación de ideas fuera de la experiencia y la razón: se trata de una "creencia"-.
Kant determina que, para entender la experiencia (conocimiento a posteriori), es necesario tener conocimientos que no provengan de la experiencia (conocimiento a priori). Sólo así puede tener el conocimiento empírico aquellas condiciones que exige el verdadero conocimiento (universalidad y necesidad) y que la solo experiencia no puede otorgar. Con esto, Kant da por acertada la pretensión del conocimiento por medio de la experiencia al incluirle a ésta el conocimiento a priori, universal.

IDEALISMO TRASCENDENTAL
El espacio y el tiempo son reales en la experiencia, donde dan valor y condicionan a las cosas, pero aislados, es decir, en sí mismos, el tiempo y el espacio no representan nada para nosotros (son en tanto que nos afectan o intervienen en el conocimiento de la realidad). De aquí deducimos que todo cuanto conocemos es "fenómeno", o lo que es lo mismo: manifestaciones de la realidad o un producto de la mente humana. Kant se opono al idealismo material de Descartes, que según Kant, es un idealismo problemático al sostener que la única verdad "demostrable" es "yo pienso".
Kant cree que en el supuesto de que sean los objetos lso que se regulan por la manera en que los conocemos y no al contrario (conocimiento idealista), se explica mejor que lleguemos a conocerlos de un modo necesario y universal. A la filosofía le incumbe, pues, como primer objetivo, averiguar si antes de la esperiencia es capaz de conocer algo aplicable a todo objeto de la experiencia. El tipo de conocimientos a priori a que se refiere Kant es el que pone de manifiesto los "juicios sintéticos a priori".
Kant cree que en el conocimiento idealista el sujeto impone principios al objeto conocido. La filosofía ha de ocuparse en primer lugar en averiguar si es capaz de conocer algo aplicable a todo objeto de la experiencia antes de toda experiencia. La hipótesis que plantea Kant es si existen juicios sinténticos a priori: puesto que las matemáticas y física se consideran verdadero conocimiento, la pregunta se transforma en cómo son posibles los juicios sinténticos a priori en estas dos ciencias. El de las matemáticas lo recoge en la estética trascendental, y el de la física en la analítica trascendental. Los juicios sintéticos a priori de la metafísica los analiza en la dialéctica trascendental.
Fenómeno es para Kant, no una ilusión o un engaño de los sentidos (Descartes) sino todo cuanto podemos conocer por la experiencia.

JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI
Los juicios analíticos, por ser a priori, son universales y necesarios pero no aportan información nueva; el predicado está contenido en el sujeto.
Sin embargo, los juicios sintéticos no son ni universales ni necesarios y su negación es conceptualmente posible. Aportan información -su predicado no está incluido en el sujeto-, son extensivos -amplian el conocimiento al basarse en la experiencia-. Kant llega a la conclusión de que la ciencia ha de tener ambos y basarse en juicios sintéticos a priori. No haber supuesto esta clase de juicios llevó a Hume a desprestigiar la física newtoniana. Los juicios sintéticos a priori son necesarios en las ciencias pero no sirven en la metafísica.

La filosofía moral de Kant, al igual que su teoría del conocimiento, se fundamenta en elementos a priori. La ética, según Kant, ha de ser formal y a priori; sólo una ética así puede ser universal y digna del hombre y sólo esta responde a la prengunta de "¿Qué debo hacer?".

FUNDAMENTACIÓN DE LA METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES
El "bien", desde Aristóteles, es la noción central de la ética y Kant parte de la afirmación de que la única cosa que merece absolutamente la denominación de "bueno" es la voluntad buena. Kant entiende por "voluntad buena" un querer puesto en práctica. La voluntad será buena cuando lleva a una acción hecha por deber. Actuar por respeto a la ley, que Kant denomina "Representación de la ley en sí misma", es lo que hace absolutamente buena a la voluntad y lo que le da valor moral a la acción.
La moralidad así entendida -obrar por deber- ha de valer para todos los hombres racionales. No es buena por el fin que pretende sino que es buena en sí misma (universalidad); ha de tener por tanto, una fundamentación a priori en la misma razón.
Kant con su ética formal critica al resto de éticas de heteronomía -no hay posibilidad de eligir-: algo es moral si concuerda con un principio moral; está siendo dirigida por ese algo y por tanto carece de libertad. Con su ética formal, Kant busca asegurar la libertad.
La felicidad es más bien un concepto empírico y la razón no logra precisarlo de un modo universal y necesario. Por ello no puede servir para fundamentar una ley universal y necesaria.
Kant admite como evidente el carácter absoluto de la buena voluntad. No podemos saber si una buena: es difícil juzgar a los demás.
Un imperativo es una norma de conducta. Los imperativos categóricos son leyes prácticas que ordenan una determinada conducta con independencia de la materia de la acción y de sus defectos.
i) "Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal".
ii) "Obra de tal manera que uses siempre la humanidad en tu persona como en la de cualquier otro, como fin y no como medio".
iii) "No hacer ninguna acción por otra máxima que ésta, a saber: [...] que la voluntad, por su máxima, pueda considerarse a sí misma al mismo tiempo como universalmente legisladora".

POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA
1º. El de la libertad.
2º. El de la inmortalidad del alma.
3º. El de la existencia de Dios.
*

No hay comentarios: