7.31.2009

Primer asalto: 1-8-09 al 5-8-09

Creo que me vendrá bien dejar de pensar durante un tiempo. Dejaré en este post, de la forma más sincera que me sea posible, mis tribulaciones y esperanzas para centrarme en mi trabajo unos días.


El descubrir que en esta puta vida se está solo, es una de esas verdades, al igual que la muerte, ineludibles y universales, "democráticas" si se quiere, pero que son difíciles de asumir. Yo aún estoy digiriéndola. Un regusto amargo que no se pasa con poner más azúcar en el café. Como dije anteriormente, no estoy para nada satisfecho con mis resultados actuales. Todavía no he logrado hacer algo de lo que me pueda sentir realmente satisfecho. La solución se antoja fácil: empezar a "movilizarme", a andar hacia donde sea pero a moverme al fin y al cabo, alejándome de la rutina de los "para mañana". Eso espero con esta entrada; marcar un punto y aparte en mi vida para crecer y completarme. Terminar de convencerme de que soy capaz. Deseos tengo varios: viajar mucho, superar los libros e invertir mis horas libres en hobbies. No sé si el "bien" está en la "perfección", pero ése es mi ideal y después de acallarlo durante este tiempo, lo puedo sentir de nuevo, al igual que sé que si no aprovecho esta última oportunidad, muchos de mis sueños nunca se cumplirán. Hasta el segundo asalto.

7.22.2009

Paradoja


¿Cómo es posible que alguien que dispone de todos los medios falle? Lo sustenta el sacrificio de sus antepasados y cuenta con el apoyo de los suyos. Y aún así fracasa. La respuesta es clara: el fallo está en él. No se lo merecen. Pasa el tiempo y siento que no he hecho nada que colme mis aspiraciones. Aspiraciones un tanto idealistas, he de reconocer, pero que son la única guía que estos momentos puedo encontrar. Y lo peor es que me estoy quedando atrás y a una distancia cada vez más difícil de recuperar. Esta semana que entra será decisiva. Pondré a prueba mi determinación a la vez que les intento dar alcance. ¡Ánimo!

7.21.2009

Solo contra los números


"Mientras avanzaba a paso ligero guiando a los demás, su corazón se debatía en soledad en el
fondo de un sombrío cenagal", Murakami Haruki.