4.26.2009

Cuesta arriba

¡Qué difícil vivir! ¡Qué dura la vida de los escaladores! Quien para el despartador y consigue levantarse a la hora ya ha escalado la primera de las cumbres. Quien es capaz de desoir sus apetitos acaba de sobrepasar la segunda. Quien consigue doblegar sus miedos y actuar en consecuencia, también ha avanzado. Así, loma a loma, montaña a montaña llegamos al fin del día.
Cansados, por las escaladas, pero contentos en nuestro fuero interno, por saber que estamos un poco más cerca de las nubes; el material con el que están hechos los sueños. Y en la paila de las esencias acendradas, espoleado por el fuego del alma hambrienta, chapolea un nuevo día, con sus montes nevados tras el sol tumefacto del amanecer...

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